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Las claves para formar un equipo consolidado con las cuentas contables

El papel de un contador es imprescindible, y su trabajo en equipo también. Las claves para llevar adelante una unificación del grupo de trabajo.

Años estudiando las leyes, las finanzas, la contabilidad, etc., les dieron a los contadores roles protagónicos en las organizaciones de trabajo. Su rol es no menor y su firma es muchas veces necesaria. Son quienes llevan adelante las cuentas de nuestra empresa y quienes tienen en sus manos el poder de la evaluación de los ingresos.

Por supuesto, el éxito de la contabilidad se remite a los procedimientos periódicos, sean más o menos estructurados, y en el estilo de trabajo. La posibilidad de sumar a mi contador a mi equipo de trabajo me brindará nuevas alternativas en cuando a la solución de problemáticas.

Cabe destacar que los contadores tienen una gran ventaja: un punto de vista científico que entiende de dinero. Esto es quizás, a veces, no tenido en cuenta como se merece. Otra visión de nuestra realidad nos abrirá el panorama mucho más y esto es algo valioso a la hora de enfrentar proyectos y diversidades.

Siempre hay que destacar que no llegaremos a un resultado diferente si vamos por el mismo camino, y esto es una realidad. Incorporar a un agente que no es ajeno, pero si externo, a mi círculo, será una revolución para el grupo.

Las actualizaciones y cuestiones tributarias, la capacidad analítica y de interpretación de la información y el desempeño del profesional, marcarán un nuevo camino: el camino de la incorporación de datos certeros y nuevas estrategias que surgirán a partir de ellos.

La cuestión parece obvia pero no lo es. En general, no destacamos al contador como una figura estrella porque no es quien diseña los planes de marketing o los planes a futuro, pero es quien puede proponer números y metas diferentes.

Es clave que logremos que nuestro asesor impositivo pase a ser nuestro asesor de negocios, y que tengamos a la persona ideal para lograr esto.

Todo esto implica un cambio en el paradigma de trabajo. Para acoplar a mi contador al grupo probablemente tendré que sumarle tareas y tratar de que no deje abandonadas las que ya tiene, y deberé contar con todo en un mismo tiempo y un lugar, pero esto no es una utopía.

En lugar de considerar que esto podría ser agobiante, podría considerarse como refrescante, innovador y próspero. Es factible que las acciones rutinarias se simplifiquen, que el contador pueda enfocarse más y mejor en nuestros fines, y que consigamos muchos aportes a la gestión.

La adaptabilidad del grupo será puesta a prueba. La toma de decisiones y los sistemas operativos con los que trabajamos también pasarán su examen. Lo central es lograr invertir el tiempo de la manera más productiva posible para todos.

Este desafío representa una revolución en las industrias, pero una gran posibilidad de ser parte del cambio.